14 Dic
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Twitter abandona Europa

En los últimos días la oficina de Twitter en Bruselas ha sido desmantelada. En gran medida esta decisión se achaca a las normativas europeas que regulan la actividad de la redes sociales.

Las normativas que se cruzan en una actividad como la de las redes sociales son de muy diferente ámbito. Por un lado tenemos la normativa en materia de protección de datos personales con el RGPD a la cabeza. Además deben cumplir con la normativa en materia de publicidad (con multitud de normas que buscan fundamentalmente la transparencia en las prestación de servicios), normativas en materia de Libertad de Expresión y Derecho al Honor de los usuarios. Por si fuera poco este año se han aprobado nuevas normas que regulan directamente la prestación de Servicios Digitales que refuerzan las obligaciones que ya existían anteriormente.

En este momento son muchas las expectativas que se depositan en las redes sociales como vertebradoras de la opinión pública. Por ello se estrenan nuevas normativas que buscan garantizar mejor los derechos de los ciudadanos europeos. Además de la Ley de Servicios Digitales entra el vigor el Código de buenas prácticas en materia de desinformación. Ambas normas persiguen garantizar que la información compartida en medios digitales en general y en redes sociales en particular cumpla con los criterios de veracidad y objetividad. Se trata no sólo de luchar contra el contenido ilícito sino también contra el contenido que genera estados de opinión basadas en noticias no verificadas o no verificables.

Twitter ha venido cumpliendo con la normativa prohibiendo la difusión de ciertos mensajes con contenidos de odio o que inciten a la violencia. Ahora la normativa exige un mayor control en la verificación de los contenidos.

Esto entra en colisión con las intenciones de Elon Musk de dotar de mayor libertad a la red social, es decir, menor control sobre las publicaciones.

La protección de los Derechos Fundamentales de los ciudadanos imponen obligaciones de control para aquellos que tienen posiciones especialmente relevantes en la distribución de contenidos como son las redes sociales.

No se trata de una censura, sino de hacer efectivos los derechos de los ciudadanos estableciendo una barrera a la primera agresión. Aunque una vez agredido el derecho siempre queda la vía de la reintegración judicial, lo cierto es que esa solución en muchas ocasiones no repara el daño causado.

Entendemos que los conceptos son diferentes aquí y en el ámbito anglosajón. Pero un negocio global como son las redes sociales deben responder necesariamente al cumplimiento normativo en todos los mercados del globo.

Es por ello que las instituciones europeas buscan un entorno de fair play entre los operadores en los que la opinión pública no sea manipulada mediante fake news o en las que se causen daños irreparables a derechos como el honor o la propiedad intelectual si es posible evitarlos desde el origen. Para garantizar estos derechos, los ciudadanos necesitamos normas proactivas que actúen antes de que sea necesaria la intervención de abogados penalistas expertos porque ya han sido lesionados.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha reflexionado sobre este asunto en su reciente sentencia en el asunto C-401/19 (Polonia / Parlamento y Consejo) de 26 de abril de 2022. En la misma establece claramente que las obligaciones establecidas a los prestadores de servicios por la Directiva 2019/790 entrañan una limitación al ejercicio de la libertad de expresión de los usuarios. Sin embargo el Derecho de Libertad de expresión está sometido a ciertos objetivos de interés general que están necesitados de protección. Es por ello que no puede alegarse exclusivamente la protección de un Derecho sino que debe encontrarse un justo equilibrio entre los distintos derechos e intereses en juego.

Con el despido de los trabajadores de Bruselas, Twitter en Europa queda sin cabeza. El gran problema que se ha generado en estos últimos días es que se ha perdido la interlocución entre la Unión europea y la empresa. Las personas que han salido de Twitter eran las encargadas de mantener la comunicación entre los órganos reguladores y la compañía, por lo que, suprimido este canal, las posibilidades de actuación rápida y flexible se han cercenado de raíz. Quedarse sin interlocución con la Unión Europea no es en absoluto algo beneficioso para la red social, por lo que preveemos que Elon Musk deba hacer un buen regalo a sus abogados para que le saquen de este atolladero. En Europa la normativa laboral se rige por la normativa de cada país. De esta forma el Derecho Español y el Belga tienen grandes diferencias en la materia laboral. No obstante, en general, podremos decir que si bien no se permite el despido libre e inmediato, lo cierto es que en caso de producirse la consecuencia es la existencia de indemnizaciones para el trabajador. Si nos refiriésemos a la normativa española esos despidos serían "improcedentes, y darían lugar a una indemnización de 33 días de salario por cada año trabajado.

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